
Me sobran sinsabores, me falta riqueza material, me apena cuando no corresponden mi cariño, vivo con miedo a exponerme y quedar en ridículo.
Pero a pesar de eso, siempre queda alguien que valora lo que hago.
Amo practicar, amo cocinar, y creo que eso me da las fuerzas que a veces no tengo para seguir.
Estos días fríos, la soledad acompaña, y para palear un poco, cocino una ensalada de lentejas turcas.
Las lentejas turcas son chiquitas, naranjas, fácil de digerir y muy nutritivas. No necesitan tanto tiempo de cocción como las comunes y te sacan de un apuro cuando hay que hacer algo rápido.
Hiervan las lentejas hasta que estén tiernas. Pierden bastante su tonalidad y quedan color arena.
Corten tomates y morrones en cubitos, piquen perejil, jugo de un limón, provenzal, pimienta y aceite de oliva.
Recomiendo tener a mano unas figazitas para empujar....y un buen chocolate de postre....
No hay comentarios:
Publicar un comentario