Juntando hojas....

El sábado fue la despedida de Pau. Se fue a vivir a Canadá.

Hicimos una cena en casa de Pao. Los clásicos para una despedida a todo trapo. Trapo para secar lágrimas, aunque no me salieron.

Pao hizo hummus, guacamole y pasta de remolacha. Yo hice naan, un tipo de pan chatito con especias y en esta ocasión tenia cilantro, así que se me ocurrió incorporarlo. Quedó muy bueno, a mi entender y el de las chicas, pero si no te gusta el cilantro, no la vas a pasar bien...
Eso pasa siempre, el cilantro despierta pasiones encontradas.

Paola compró remolachas en "El galpón", donde venden verduras orgánicas. Las hojas de remolacha estaban glamorosas. Pao me las regaló. Ayer, puse manos a la obra.

Lavé las hojas, y las corté.

En una olla recientemente adquirida a muy buen precio, y con una buena tapa, puse aceite, curry, pimentón, comino y nuez moscada. Lo llevé al fuego y cuando surgió ese aroma inspirador, agreguè las hojas y un toque de sal.

Tapé la olla y dejé un par de minutos hasta que mi sentido arácnido me avisó que ya era suficiente.

Dejè que entibiara un poco y le incorporé una taza de harina común, una pizca de polvo de hornear, media taza de queso y 3 huevos.

Integré todo y calenté una sartén con un poquito de aceite y fui tirando cucharadas de esa pasta. Doré las torrejitas de un lado y de otro y las acompañè con más hojitas juntadas de restos de otras cosas que preparé. En este caso fue hojitas de rabanito.

Prueben. Descubran sabores increìbles con recetas fàciles para amigos entrañables.