Las semillas son fuente de gran cantidad de principios nutritivos, especiales para el desarrollo. Y es lògico que asì sea ya que son los òvulos fecundados de las plantas y, por lo tanto, depòsitos de nutrientes para el crecimiento de la nueva planta.
Gracias a las semillas, podemos asegurar, junto a una alimentaciòn sana y completa, la provisiòn diaria de minerales que se necesitan. Aportan calorìas, aproximadamente entre 500 a 600calorìas cada 100 gramos, con la ventaja de que sus dosis diarias son mìnimas (de 5 a 15 gramos de cada una), por lo cual se pueden incluir sin problema incluso en las dietas hipocalòricas. Todas tienen entre 18 y 29% de proteìnas, 18 a 20% de hidratos de carbono y de 45 a 60% de grasas vegetales.
Respecto a su uso, pueden molerse, y agregar un aceite virgen hasta hacer una pasta para untar galletitas, pan, tostadas, etc. Este alimento es especialmente ùtil para personas que no tengan problemas de sobrepeso y quieran sentirse con mayor energìa.
Recordemos que en la semilla està concentrada la fuerza de la naturaleza; utilicemos este recurso que tenemos tan a mano, para revitalizarnos y ganar energìas que, usadas inteligentemente, pueden ayudarnos a lograr una vida armònica.
Extraìdo del libro Sanarnos mediante la alimentacion de Susana Zurschmitten
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