En el libro de Rosangela de Castro O gourmet vegetariano, la autora llega a una conclusiòn muy importante:
...una alimentaciòn saludable debe ser sabrosa. Si èsta es nutritiva, bien combinada, pero lo ingerimos como un remedio, sin dar el debido estìmulo a las papilas gustativas, no està completa.
Siempre nos preocupamos de cuidar que no engorde, que me dè energìa, que aporte hierro, etc.
¿Y que pasa depuès? ¿Disfrutamos de ese plato con un aspecto tristemente monocromàtico , con aroma a comida de enfermo y sabor a nada?
No hace falta llenar la alacena de productos que vamos a probar y dejar marchitarse allì. O comprar alimentos que no nos gustan.
Dentro de lo que nos agrada realmente, podemos ser creativos y convertir un zapallito en algo realmente delicioso, agradable a la vista y con un aroma inspirador.
Podemos adicionar a una simple ensalada semillas de lino, chìa, girasol, sèsamo, de zapallo, aceitunas, cubos de queso...buscar opciones acordes al gusto del consumidor.
No sòlo los nutrientes colaboran a una alimentaciòn correcta, tambièn el placer que nos proporciona a travès de todos los sentidos
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